Crónica 4:
Por algo se empieza, con poco se termina (II)
- Y con poco se termina.
Ambos se giraron sorprendidos, la voz procedía de un hombre bastante alto con el pelo largo y canoso, era bastante joven para lo gris que tenía el pelo, pero su cara también reflejaba el paso del tiempo. Tenía los gestos muy marcados y en ese momento la mueca burlona hacía que todas las arrugas de su faz se levantaran y hundieran como una sierra. Su vestimenta era de tonos oscuros y la gabardina que lo envolvía poseía un tono verdoso apagado, estaba a apenas 10 metros pero se podía notar su maldad, el terror que lo envolvía y del que ahora reflejaba la cara del viejo borracho.
- ¿Que te pasa Samuel?- El recién llegado se llevó un cigarro a la boca y sacó un mechero del bolso de su abrigo.- Joder me asombra que sigas vivo, un puto borracho como tu debería estar a unos cuantos metros debajo de esta nieve que te congela los pies.
- ¿Desde cuando usas mechero?- El hombre con el pelo gris sonrió ante la pregunta y volvió a meter el encendedor en el bolso.- ¿A que has venido Tomas?
- Mi hermano me había advertido que ibas a formar a un nuevo manipulador. Y quería venir a ver su potencial... De hecho quería mataros a los dos, pero contigo me iba a costar un poco.- El cigarro se encendió solo ante la mirada de estupor de Miguel.- Parece que el nuevo se asombra con facilidad, tendré que mostrarle alguna cosa más.
- Tu hermano es un idiota y tu eres un cafre impulsivo.- Su cara se relajo hasta perder incluso el color.- Miguel no es un manipulador como tu o como yo, el es un...
No le dió tiempo a terminar la frase, una enorme llamarada surgió del suelo y lo envolvió carbonizandolo al instante. Su negro esqueleto se mantuvo erguido durante un segundo y luego se desplomó formando un montón de cenizas, carne quemada y huesos medio rotos.
- Mierda de viejo, es muy rápido. Pero da igual ha huido y te ha dejado aquí solito conmigo, con lo que me gusta pasar el rato con mis amigos y tu eres uno nuevo.- Aspiró el humo del cigarro y lo soltó por ambos agujeros de su nariz como si de un toro enfurecido se tratase.- ¿Te llamas Miguel no?
- ...
- Joder, oye si voy a hablar yo solo no me sirves como amigo. Responde o lo que has visto no será una ilusión de aquel adicto al paso de los años... ¿Miguel, no?
- Si.
Consiguió relajarse un poco y poder articular palabra, ahora sabía que Samuel no había muerto y que el recién llegado, Tomas, era peligroso. Pero tenía preguntas, dudas. ¿Manipuladores? ¿Qué era él? ¿Cuantos había como el pirómano aquel?
- Por lo que he podido escuchar antes no tienes ningún poder aún, es una lástima no tiene sentido luchar contra alguien que no se puede defender. Supongo que no sería... ético.- Se mostró pensativo un instante y añadió.- Asique si no puedo luchar contigo, tendré que matarte directamente. Si, eso es lo que voy a hacer.- Levantó la mano y estiró los dedos.- ¿Unas últimas palabras?
- Algunas veces puedo ver el mundo en llamas, siento como si junto mis manos la gente se convierte en cenizas. El fuego está a mi merced, soy el dueño del infierno y puedo traerlo aquí cuando quiera, nadie puede detenerme, esas mismas personas que no valoran mi talento que me miran con desprecio, que piensan que mi existir es una mota de polvo en el infinito. Su existencia es un insulto a mi poder, todos los seres de la tierra se vaporizarán en millones de infinitesimales partículas de polvo cósmico para volver a la tierra quemada que los vió nacer mil millones de años atrás. Ahora miro al cielo, a traves de las nubes el sol calienta mi rostro a millones de kilómetros de distancia, es una estrella en el firmamento como lo son mis manos candentes en este planeta de insignificantes seres de carbono y agua. Carbono convertido en carbón y agua en vapor. Mi paso solo dejará desolación y humo...
- ¿Pero que...?- Cerró la mano y el fuego surgió de todos lados en dirección a Miguel.
- ...soy aquel que controla el sol y todas las estrellas, soy el que gobierna en el cielo y por debajo de él.
- Es un Hombre Muerto... Maldito idiota, has utilizado tu vulgar poder de manipulador contra un Hombre Muerto.- Samuel se encontraba detrás de Tomas hablandole al oido.- Jejeje, maldito idiota.
El fuego se deshizo en el aire como si fuera hielo en el desierto. Tomas dio media vuelta y se marchó mientras Miguel caía inconsciente al suelo. Samuel se acercó a él y lo cargó a su hombro mientras veía como la gabardina se perdía al doblar la esquina.
- No está mal, nada mal.
Ambos se giraron sorprendidos, la voz procedía de un hombre bastante alto con el pelo largo y canoso, era bastante joven para lo gris que tenía el pelo, pero su cara también reflejaba el paso del tiempo. Tenía los gestos muy marcados y en ese momento la mueca burlona hacía que todas las arrugas de su faz se levantaran y hundieran como una sierra. Su vestimenta era de tonos oscuros y la gabardina que lo envolvía poseía un tono verdoso apagado, estaba a apenas 10 metros pero se podía notar su maldad, el terror que lo envolvía y del que ahora reflejaba la cara del viejo borracho.
- ¿Que te pasa Samuel?- El recién llegado se llevó un cigarro a la boca y sacó un mechero del bolso de su abrigo.- Joder me asombra que sigas vivo, un puto borracho como tu debería estar a unos cuantos metros debajo de esta nieve que te congela los pies.
- ¿Desde cuando usas mechero?- El hombre con el pelo gris sonrió ante la pregunta y volvió a meter el encendedor en el bolso.- ¿A que has venido Tomas?
- Mi hermano me había advertido que ibas a formar a un nuevo manipulador. Y quería venir a ver su potencial... De hecho quería mataros a los dos, pero contigo me iba a costar un poco.- El cigarro se encendió solo ante la mirada de estupor de Miguel.- Parece que el nuevo se asombra con facilidad, tendré que mostrarle alguna cosa más.
- Tu hermano es un idiota y tu eres un cafre impulsivo.- Su cara se relajo hasta perder incluso el color.- Miguel no es un manipulador como tu o como yo, el es un...
No le dió tiempo a terminar la frase, una enorme llamarada surgió del suelo y lo envolvió carbonizandolo al instante. Su negro esqueleto se mantuvo erguido durante un segundo y luego se desplomó formando un montón de cenizas, carne quemada y huesos medio rotos.
- Mierda de viejo, es muy rápido. Pero da igual ha huido y te ha dejado aquí solito conmigo, con lo que me gusta pasar el rato con mis amigos y tu eres uno nuevo.- Aspiró el humo del cigarro y lo soltó por ambos agujeros de su nariz como si de un toro enfurecido se tratase.- ¿Te llamas Miguel no?
- ...
- Joder, oye si voy a hablar yo solo no me sirves como amigo. Responde o lo que has visto no será una ilusión de aquel adicto al paso de los años... ¿Miguel, no?
- Si.
Consiguió relajarse un poco y poder articular palabra, ahora sabía que Samuel no había muerto y que el recién llegado, Tomas, era peligroso. Pero tenía preguntas, dudas. ¿Manipuladores? ¿Qué era él? ¿Cuantos había como el pirómano aquel?
- Por lo que he podido escuchar antes no tienes ningún poder aún, es una lástima no tiene sentido luchar contra alguien que no se puede defender. Supongo que no sería... ético.- Se mostró pensativo un instante y añadió.- Asique si no puedo luchar contigo, tendré que matarte directamente. Si, eso es lo que voy a hacer.- Levantó la mano y estiró los dedos.- ¿Unas últimas palabras?
- Algunas veces puedo ver el mundo en llamas, siento como si junto mis manos la gente se convierte en cenizas. El fuego está a mi merced, soy el dueño del infierno y puedo traerlo aquí cuando quiera, nadie puede detenerme, esas mismas personas que no valoran mi talento que me miran con desprecio, que piensan que mi existir es una mota de polvo en el infinito. Su existencia es un insulto a mi poder, todos los seres de la tierra se vaporizarán en millones de infinitesimales partículas de polvo cósmico para volver a la tierra quemada que los vió nacer mil millones de años atrás. Ahora miro al cielo, a traves de las nubes el sol calienta mi rostro a millones de kilómetros de distancia, es una estrella en el firmamento como lo son mis manos candentes en este planeta de insignificantes seres de carbono y agua. Carbono convertido en carbón y agua en vapor. Mi paso solo dejará desolación y humo...
- ¿Pero que...?- Cerró la mano y el fuego surgió de todos lados en dirección a Miguel.
- ...soy aquel que controla el sol y todas las estrellas, soy el que gobierna en el cielo y por debajo de él.
- Es un Hombre Muerto... Maldito idiota, has utilizado tu vulgar poder de manipulador contra un Hombre Muerto.- Samuel se encontraba detrás de Tomas hablandole al oido.- Jejeje, maldito idiota.
El fuego se deshizo en el aire como si fuera hielo en el desierto. Tomas dio media vuelta y se marchó mientras Miguel caía inconsciente al suelo. Samuel se acercó a él y lo cargó a su hombro mientras veía como la gabardina se perdía al doblar la esquina.
- No está mal, nada mal.
2 comentarios:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAALAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! si pudiera poner unos de esos emoticonos de sorpresa y emocion los pondira aqui.
Como promete esta historia jiji
Siiiiii, lo jure, lo perjure, lo prometí, pero no me he podido resistir. Si no meto poderes, explosiones y tiros no se hacer un relato (bueno o un libro, porque esto está tomando una envergadura que no habia ni imaginado).
Gracias por seguir leyendo a pesar de mi discontinuada actualización.
Ahora que he conseguido reorientar esto a mi territorio supongo que me será más facil hacer nuevos capitulos.
See ya
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