sábado, 6 de enero de 2007

Lección 7:

Tengo un pálpito acerca de ti, ¿eres yo?

El cielo estaba rojo, apenas había puesto un pié fuera del portal y mi corazón estaba a punto de salirse de su sitio, el pecho subía y bajaba con fuerza y mi cabeza no podía soportar aquella tensión, la respiración era tan profunda que sentía como si se me desgarrasen los pulmones... tenía tanto miedo que todos los músculos se me paralizaron, solo había conseguido ver que el cielo estaba rojo, no conseguí distinguir ni una triste nube, pues en cuanto bajé la mirada allí estaba, él me miraba fijamente, sus ojos negros se clavaron en los mios y el tiempo se paró, todo quedo congelado, en un suspiro, pude ver a traves de su retina toda mi vida todos los momentos pasaban con un completo desorden como si una película sin director estuviera reproduciendose desde su alma.

Prometí salir de mi carcel, de mi refugio, y así lo hice, mi casa no me parecía segura y la calle me daba pavor, auténtico terror, al principio no era así los primeros paseos me despejaban la cabeza y aclaraban las ideas en este puzzle que tengo, bueno que tenía, entre manos... jajajaja Que pasa, ¿quereis saber que ha ocurrido no? En estos dos meses han pasado unas cuantas cosas y no puedo más que calmarme para contaros en orden la resolución al enigma, se que a muchos no les va a gustar, pero la verdad es dificil y amarga. Pero teneis derecho a saberla, y yo el deber de desahogarme, es una historia larga y compleja, no os perdais por favor.

Allí, solo, delante de la puerta confuso pero confiado en mi fuerza de voluntad, tenía que salir al menos a por algo de comer pues mi armario aunque no lo parecía al principio, tiene un final y mi estomago no. Me miré por última vez al espejo y pude ver la valentía del que se siente capaz de cambiar el destino (no tengo muy claro que cara es esa, pero os aseguro que fué lo que vi), cojí las llaves y una pequeña navaja multiusos que solía llevar encima, por si acaso se me resistía alguna puerta, tenía que buscar un rato para cortarme el pelo eso era seguro.
Pero el destino no siempre es cruel, a veces cuando más perdido estas es cuando una señal te enseña por donde tienes que buscar, lo que tienes que husmear o desechar, esta vez me tenían reservado algo un poquito más claro, más evidente, un jodido mapa con gps y hasta flechas luminosas, en ese momento la voz de mi cabeza me decía gire a la derecha en la próxima rotonda, baje por el ascensor y salga a la calle, allí mire embobado a la acera de enfrente y espere a que el semáforo se ponga en verde.

Cuando conseguí reaccionar cruzé la calle hasta estar justo en frente de él y sonreí...
- Hola Miguel, cuanto tiempo.
- Creía que estabas muerto, y en el infierno.
- Jajaja, como decía una amiga; "El destino de un angel que ha sido expulsado del cielo es convertirse en demonio".
- En tu caso te has tenido que convertir en el diablo mismo.
- Vamos, vamos, me sobreestimas.- Miró al cielo mientras se despedía.- Vaya, creo que se me acaba el tiempo aquí, vas por buen camino, sal de casa, investiga, recorre las calles, todas. Busca algo que vaya mal.
- Gracias.- ya se había ido.- Supongo.

Habeis conocido a mi musa, si es un chico, pero la historia no acaba aquí... Hice lo que me dijo, y descubrí el problema.

Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me relei todos los capitulos de nuevo,tanto tiempo que ya no me acordaba de cosas.Como siempre me dejas con ganas de mas relato...te permito que tardes mas en poner pero pongas mas capitulos jaja asi no me dejas con ansiedad.Pero vamos que muy bueno,esto promete..(movimiento de dedos a los Sr Burns ¡Excelente!)
Juu esa frase snif snif

THCF dijo...

Me alegro que te siga gustando el relato, a pesar de los muchos giros que tiene la historia.
De todas formas, puedes estar segura, y el resto de lectores tambien, que va a haber muchos capitulos, pues me gustan los personajes que he creado y las posibilidades que me da lo escrito hasta ahora.

Gracias por seguir entrando y opinando