domingo, 10 de junio de 2007

Crónica 2:

¿Alguna preferencia?

- Seras perturbado.- Miró la botella, cambió el gesto a una cara de resignación y contestó.- Vamonos loco hijo de puta.
- Si señor.

Agarró la botella, la metió en una bolsa de plastico para disimular y salió disparado hacia la puerta. Durante el trayecto en ascensor desde el piso 12 de aquel lujoso hotel iba pensando en varias cosas que le parecían obvias, primero que la bolsa de plástico no ocultaba la forma claramente diferenciable de la botella de vodka, aquel hombre llevaba una camisa de cuadros horrible, con tonos marrones y amarillos, ligeramente oscurecida en algunas zonas lo que seguramente serían restos orgánicos. Llevaba unos pantalones de pana verdes bastante amplios sujetos por un cinturón marrón de piel, los zapatos eran una incógnita, de echo podría estar descalzo y nadie lo notaría, pues los bajos del pantalón cubrían mucho más alla del suelo, con lo que daba una sensación un tanto extraña.
El ascensor era lentísimo, pues habían conservado un antiguo modelo que funcionaba mucho tiempo atras y a pesar de lo lujoso que era, la maquinaria tampoco había sido modificada con lo que era un autentico suplicio bajar apenas 3 pisos, cuando estaban llegando a la sexta planta el amante del vodka soltó.

- Vete pensando como quieres morir.
- Si señor.

Dicho eso, levantó la bolsa por encima de su boca y se desinfecto la garganta con el contenido. "Joder, que bueno está" dijo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas y reprimía un escalofrío.
Morir, joder, no se le había ocurrido como, supondría que sería como la otra vez, una explosión y a volar unos metros, pensó que su vecino de ascensor tendría ya planeadas por lo menos 20 muertes distintas y solo le daría a elegir, como si fuera un concurso donde la azafata medio en pelotas señalara el enorme panel detras del cual se escondía la riqueza y la miseria, el viaje, el coche, el botín y también el infierno. Joder, no se le ocurría nada, por lo menos sabía 1000 formas de dejar de respirar, de cerrar los ojos para siempre, su cerebro las reproducía con hasta el más minimo detalle; mil litros de agua por encima de él y su cara azul, una caida de 50 metros y el 90% de su cerebro formando una mariposa en el suelo, un disparo en el estomago y dos horas despues su piel blanca como la nieve... Nieve como la que ahora caía sobre su pelo, se quedaba durante un buen rato perfecta, con su forma intacta, el copo poco a poco se deshacía y se convertía en agua que resbalaba siguiendo la ley de la gravedad, todo sigue las mismas leyes.
Electromagnetismo, una enorme descarga recorriendo todas y cada una de las conexiones nerviosas de su cuerpo.
Gravedad, una roca destrozando hasta el más pequeño hueso, aplastando órganos, desgarrando piel y músculos, reventando venas y arterias... licuando su cabeza.
Nuclear fuerte, una onda de rayos gamma haciendo vibrar sus átomos, la descomposición total en apenas un minuto.
Nuclear debil, mil trillones de electrones atravesandolo, quemandolo por dentro, diez millones de grados centigrados y después el polvo y la ceniza.

Estaba muy cenizo ultimamente, sería que había perdido la noción de su propia vida, ultimamente caminaba un paso por detrás de si mismo, como si estuviera en un continuo viaje astral, se veía a si mismo como un autómata, un robot sin alma ni corazón. Había perdido la esperanza en la humanidad y eso es un síntoma malo, a no ser que seas un psicópata y quieras entrar en el club de psicópatas por la unidad. Sentía muchas cosas malas y ya no se acordaba de como eran las buenas, el amor, la felicidad, la alegría, el compañerismo, el sexo y el triunfo, las cosas de los buenos tiempos, de los viejos tiempos... "De los tiempos del todo y nada" Esa parte la susurró mientras miraba como caía agua congelada del cielo, como Dios sacudía la alfombra del cielo y el polvo caía a las cucarachas que gobernaban la tierra.

- ¿Decías algo? ¿Te has decidido ya?.- Ni tan siquiera aguardó la negativa, sabía que era incapaz de decidirlo, no estaba preparado para morir, eso se intuía en sus ojos de psicópata recién titulado.- Joder no me hagas reir, eres una mierda, durante un momento me acojonaste allí arriba.- Miró hacia arriba, casi al cielo.- Vi la decisión en tu mirada, esos ojos que ponía yo a tu edad, cuando descubrí aquel mundo.
- ...
- Lo mio no fue un accidente como lo tuyo, aquel día tu no eras el objetivo, ni siquiera se quien eres y no me importa. Pero ya lo has hecho, has visto el otro lado, lo que hay más allá de la muerte... Llamalo como quieras, dicen que es el infierno, el limbo, el purgatorio, el cielo.- Paró de andar y se giró hacia el joven señalando con el indice su pecho.- El sitio donde has estado está ahi dentro, es lo que tienes en tu corazón, está en tus entrañas, dormido.
- Y ahora, ¿que?. ¿Qué se supone que tengo que hacer?
- Eso yo no te lo puedo decir, ni esto tampoco.- Levantó la bolsa y luego echó un trago.- Creeme. Cada uno de nosotros vemos cosas diferentes, cosas que tienen diferentes eféctos, diferentes aplicaciones. He conocido gente de todo tipo, los que ven el futuro, el pasado, los que ven los sentimientos de la gente, los que ven otras dimensiones, los que empatizan con la naturaleza, los que viajan más allá de las estrellas y conocen a nuestros vecinos del cosmos... Depende de lo que tengas en tu corazón, cuales son tus ansias, tus fantasías, tus logros, tus metas. Esto no es una puta ciencia exacta, antes de irte por primera vez es como cuando desvirgas a una zorra, nadie sabe el dolor que te aguarda o el extracto de gozo.
- ¿Tu donde vas?
- Mira, yo antes no era así, bueno.- Miró de reojo a la botella que cada vez sobresalía más de su escondite.- El vodka siempre me ha gustado.- Sonrió entre dientes.- Cuando cojo las maletas y saco el billete del tren del no retorno puedo ver algo terrorífico.- Sus ojos se abrieron.- Puedo ver lo que piensa Dios.

Un escalofrío recorrió su columna, aquel hombre podía equipararse al mismísimo creador, podía ponerse a la altura de la eternidad y del tiempo y el espacio. Daba igual lo que viera el resto, él era el mejor. La emoción puso su corazón a mil y cuando comenzaba a imaginarse tal poder, el borracho le soltó.

- Oye, lo de antes... Era broma.- Hizo caso omiso la estupefacción de su nuevo alumno y añadió.- ¿Alguna preferencia? ¿O te mato como me de la gana?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando saques el libro seras de los pocos autores que tiene comentario por capitulo jeje
Me ha gustado,como todos,tiene ademas un toque filosofico mezclado con lo que mas me gusta,ese aire de misterio que hace que el que lea imagine mil y una cosas sobre la verdadera esencia de la historia.
por no decir lo de siempre,bueno,muy bueno,estupendo etc etce dire rebueno jeje que suena a viejete pero queda bien

THCF dijo...

Gracias... Joer como un día me digas que el capítulo era malo creo que lo voy a borrar.

Por cierto tengo una idea rondando que lo mismo para cuando me den las vacaciones te la comento. Así para hacer algo a medias. Bueno ya veremos