domingo, 29 de abril de 2007

Capitulo 2, el nacimiento de un muerto

En ocasiones los heroes son gente anónima, son personas como nosotros, individuos corrientes cuya única finalidad en la vida es conseguir comer todos los días y poder ver corretear a sus nietos. Esos a los que llamamos heroes lo son por sus méritos, porque un día hicieron algo a lo que el mundo no está acostumbrado. Salvaron a un millar de personas de morir víctimas de un incendio, pensaron en lo que podía pasar si el tren descarrilaba y por eso lo detuvieron... Son personas extraordinarias que al día siguiente ya no pueden sentarse en el mismo asiento de autobus, la fama les llega por sorpresa y de manera justa por su acto heroico. Sacuden sus vidas por salvar la vida de los demás, sus vidas son puestas en la palestra, son sometidas a la gloria de los dioses griegos, son convertidos en una enorme estatua de oro macizo, en un becerro que desafía las creencias de aquellos llamados católicos en el campo de los pecados, mientras esperan la llegada de una señal. Nuestros heroes son disparados con cañones de letras, los periodistas apuntan a la cabeza, para no herrar el disparo, cargan el arma una y otra vez... Hasta que una bala llega a su objetivo, vemos a nuestro heroe, con una botella de bourbon a medio vaciar y un vaso apurado hasta la última gota, vacío como la vida en la que ahora reposan los huesos del heroe.
El antes anónimo, se pregunta porque lo hizo, porque salvó a mil personas, al tren, al edificio, al gato... Porque no dejé morir a esos hijos de puta que ahora me miran, quereis saber lo que siente un heroe, quereis ser como yo, tener un ejemplo... Pues el único ejemplo que os voy a dejar es una puta nota en la mesa, junto al seco vaso de cristal sucio, grasiento, con las huellas del heroe marcadas como si fueran un grabado de la vida, un mapa con lo que ocurrirá a partir de aquel instante. Los vasos vacios de la gente que se suicida siempre son iguales, están manchados con la culpa de la sociedad, de la sociedad que obliga a nuestros heroes a meterse un tiro...
Bien, este es mi legado, esta es mi herencia. 9 mm de una aleación cualquiera penetran en el craneo del heroe, convirtiendolo, rebajandolo al nivel de los muertos, al nivel al que llegamos todos y donde todos nos quedamos. Nosotros podemos decir, hey, estoy muerto al lado de un heroe. Los periodicos lo achacaron a la presión de la situación vivida. Así nace un heroe y así muere.
El capitulo 2 comienza, pronto, por favor, no llameis al protagonista heroe... O acabará como nuestros amigos muertos... O peor aún.

See you...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que de momento ya tengo mi capitulo favorito.Cada cual me va gustando mas.Y cada vez cruzo los dedos con mas fuerza para que esta no sea una obra abandonada ,que luego las relees y dices,xq pararia de escribir...
me encanta.See you

"Lo que unico que tienen en comun un cobarde y un heroe es que ambos tienen miedo"

THCF dijo...

Bueno esto era como un aperitivo para que la gente no se me suicide esperando el segundo capitulo. Pero esque empecé con él y no me gusto como iba encaminado... de echo no me acaba de convencer el final del primero.. me he liado demasiado. jejejej
Vere a ver si el alcohol me ayuda

see you