Lección 10:
... y se unieron el tiempo y el espacio. Reencuentro.
- Miguel, ¿porqué has tardado tanto en encontrarlo?
- No lo se, no conseguía concentrarme, sostenía la linterna apuntando hacia el cielo, buscando una respuesta y no conseguía entender la señal que este me devolvía. Miraba el bosque y apenas distinguía que tenía un arbol de frente.
- No es la primera vez que te encuentras ciego... Pero otras veces lograbas encontrarme antes. ¿Has perdido facultades o que te pasa?
- Idiota!! Esto no es lo mismo, apenas consigo entenderlo, ni tan siquiera se como he conseguido salir de allí para ahora estar aquí... contigo.
- ¿No lo sabes? No me hagas reir, si no lo supieras ahora no estariamos teniendo esta conversación, estarías muerto o atrapado en tu propia prisión. Miguel... ¿No sabes donde estamos? Me dices, ¿que no sabes dónde has estado?
- Si, no puedo crear nexos entre los echos que he vivido. No puedo encajar el puzle y resolver el acertijo... No tengo fuerzas, y es un milagro que haya conseguido salir.
Sonó un ruido como de un trueno, el rayo iluminó el desierto que se encontraba en tinieblas. La arena ya de por si rojiza cobró fuerza y parecía que estuviera ardiendo el suelo. El corazón se me encojió en un puño y apenas podía cerrar la boca tras el fogonazo, al que siguieron dos más. Caían cerca, demasiado cerca, pero él no se inmutaba, miraba divertido al cielo mientras jugaba con aquella estúpida llave... Siempre tenía esa llave en las manos, una llave antigua, aparentaba tener más de cien años y dejaba sus manos naranjas del óxido. Le encantaba hacerla girar sobre su dedo meñique o dejarla caer durante una milésima para cojerla un instante después. Durante un momento pensé que aquella llave atraería un rayo y nos freiría a los dos...
- No queda mucho tiempo, asique me tocará confiar en tí y contarte un par de secretos.- Giró la cabeza y me miró a los ojos.- Lo primero que te pido es que recuerdes una cosa cuando vuelvas, ...
- ¿Qué?
- Recuerda todos estos días de sufrimiento y angustia, recuerda lo que has vivido y recuerda este desierto.- Miró de nuevo hacia arriba en el preciso instante en que un rayo caía muy cerca.-
- ¿Y lo segundo?
- Que yo no soy real...
El fogonazo esa vez fue cegador y noté como salía despedido con el cuerpo ardiendo por dentro, no veía llamas, de echo no veía nada, pero notaba el fuego dentro de mi. Caí una docena de metros más alla, cerca de un seto, lo miré y me desplomé.
Bip ... Bip ... Bip ... Bip ... Bip ...
- Lo hemos logrado, administrele 10 miligramos de Fentanilo y ponga el goteo al máximo.
Entreabrí los ojos deslumbrado por la claridad de unos focos delante de mi cara, traté de observar a los lados y diferencié a una enfermera que me estaba administrando algo con una jeringuilla. Noté un gran alivio y una sensación de estar flotando, ya no notaba las quemaduras. El tipo alto con gafas y pinta de médico me miró y sonriendo me dijo justo antes de quedarme dormido:
- Ha tenido suerte, el coche le ha salvado la vida. Si no aquella explosión no hubiera dejado ni una uña viva.
1 comentario:
Al fín, llegué a la lección 10. Prepararé el pdf y lo colgaré por ahí.
Lo de las fotos no es seguro, pero creo que va a quedar muy chulo.
Gracias lectores mios por llegar hasta aquí
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