sábado, 20 de mayo de 2006

Lección 1:

Un folio en blanco puede ser un libro o un avión de papel.


Yo se que es difícil alcanzar vuestras metas, sueños imposibles controlados por el subconsciente donde el “Superyo” se revela como Master del Universo y descoloca todas las ideas que tanto trabajo emplearon los padres en fijar durante la época infantil.
Fantasías en las que jugáis roles de héroes o villanos de asombrosos mundos de fantasía; los hay muy variopintos, tenemos los clásicos donde sois bomberos, policías, jueces, médicos, carteros, peluqueros o cualquier otra profesión del surtido del que disponéis en la sociedad y luego está el sueño de los profesionales en soñar despiertos.
Por eso ahora vamos a mirar como consigue compatibilizar nuestro protagonista humano su vida diaria con el sueño que desde pequeñín no le deja estar quieto en un sitio (a parte de algo gordo que tiene en el lugar donde la espalda se llama culo).


Siempre cuando llegaba a casa tenía una serie de pautas básicas que solía repetir, son esas cosas que realizamos casi inconscientemente y suelen provocar confusiones, despistes y hasta problemas serios. Nada más abrir la puerta de casa encendía la luz, daba igual que hora fuera, si era un día soleado o nublado, era su costumbre. Acto seguido avanzaba hasta el salón y de ahí a su habitación, dejaba las llaves y justo antes de dejar la cartera, daba media vuelta, se asomaba por la puerta y comprobaba donde estaba el gato… que siempre estaba esperándole en el mismo sitio. Después ponía la cartera junto a las llaves y colocaba el móvil en una pequeña butaca hinchable en el salón (de las típicas que venden por un euro en cualquier sitio). Y así decenas de pequeños detalles que salpicaban cada entrada en casa, pues las salidas solían ser mucho más erráticas debido en parte a que nunca encontraba todas las cosas que necesitaba y que siempre dejaba en los mismos lugares, y formaban una rutina sin la que no podía vivir. Salvo días especiales, como aquel; solo se acordó de encender la luz y llegar al salón, una vez allí sacó de una bolsa un reluciente ordenador portátil nuevo, lo colocó sobre la mesa, abrió la tapa y pulsó el botón de Power On.
Sabía que era su momento, que abandonaría su vida mediocre para sumergirse en las historias que brotarían fácilmente de sus dedos. Ansiaba escapar del mundo real que ataba sus muñecas con fuerza a un piso de 55 m² por el que pagaría durante 30 años más, cerca de 20 millones de pesetas, que al cambio son unos 17 millones de Yenes japoneses. La puerta se encontraba en aquel portátil de reciente adquisición por parte de un amigo, que ante la insistencia accedió a prestárselo hasta que se diera cuenta que aquello no era lo suyo, le dijo de forma literal:
“Tu no tienes ni puta idea de escribir libros, coño macho que lo más largo que has llegado a escribir ha sido tu firma y la has acortado a una letra. Déjate de hostias y te presto una cámara de fotos cojonuda que tengo, te vas al parque o a la vía del tren y te gastas la memoria en pillar en instantáneas tu visión del mundo. Coño, joder, al final siempre te sales con la tuya y me toca esperar a que vengas dentro de dos días con el puto cacharro bajo el brazo y no más de 4 líneas escritas, y encima con letra enorme.”
Le molestaba cuando los demás tenían razón y esta era una de esas ocasiones, llevaba cerca de una hora sentado delante de la pantalla, con el cursor tintineando y le había saltado el protector de pantalla unas seis veces, la verdad es que el protector era gracioso y por lo menos se pasaba un buen rato mirando como un enorme meteorito se acercaba a la tierra y todo el mundo sentía pánico de distinta forma, rezando a un montón de dioses diferentes y saqueando supermercados iguales… Y al final todos acababan en una orgía bíblica y cuando están todos haciendo de todo antes de que llegue el meteorito, con esto se es suficientemente gráfico, aparece Dios, vestido de hawaiano y dice:
“Yo que había venido corriendo de mis vacaciones para salvaros y veo que os lo estáis pasando tan bien… pues nada, a partir de ahora todos los domingos habrá amenaza de que caiga un meteorito. Normalmente os salvaré, pero un día lo mismo se me olvida y se acaba el mundo. He dicho.” Desde aquel día, los habitantes de la tierra decidieron llamar al Domingo día del Orgiasterum, para que desde aquel momento todos recordaran que un domingo cualquiera podían morir.
Y cada vez que lo leía y veía las imágenes, se desesperaba más, “A mi nunca se me ocurriría una cosa tan graciosa y reflexiva al mismo tiempo… soy un escritor frustrado”, y tanta era su ira que le soltó un puñetazo a la pantalla del ordenador justo cuando en la imagen del protector el mundo horrorizado miraba al cielo en busca de su destructor.
“A eso le llamo yo moraleja” Y justo en ese momento se despertó sobresaltado porque el teléfono no paraba de sonar, aún con babilla colgando de la comisura del labio y todas las teclas grabadas en la frente, contestó:
- ¿Diga?
- Oye tronco, que tal te va con tu libro, que ya han pasado dos días y no has venido llorando.
- ¿Dos días…..? ¿Pero que día es hoy?
- Domingo macho, te dejé el portátil el viernes, según saliste de currar…
- … pues si te digo la verdad es que se me acaba de ocurrir una idea buenísima sobre un meteorito que casi mata a todo el mundo, pero al final aparece Dios y nos salva a todos, pero nos condena a follar todos los domingos en súper orgías.
- Ahm…. Bueno, a mi mientras no me jodas el portátil, como si quieres escribir la declaración de la renta.

5 comentarios:

Cat dijo...

El principio me descoloca por que no parece que estemos en la misma historia que en las entradas anteriores, pero luego ya te centras y acabas cojonudo con el tema del portatil xDDD

THCF dijo...

Lo del principio, como ya te explique responde a un malvado plan que tengo en mente... de hecho será esta la linea de todos los capitulos, asique espero que os acostumbreis rápido.

A ver si en una semana como mucho puedo tener lista otra entrega (que me consta que me lo ibais a agradecer un montón) para que no se haga muy dificil de leer la historia, que si no os perdeis.

bye

Anónimo dijo...

lo bueno esque me la releere cada vez que saques un capitulo y acabare leyendo tu libro 30 veces o numero proporcional a la cantidad de capitulos.
Me ha hecho muxa gracia lo de dios Hawaiano,si fijo que es por ahi por donde esta por que por aqui pasa de todos.
Muy bueno el capi aunque me supo a poco.

byes

THCF dijo...

Bien, jajajaja, según el sistema de extrapolación que utilizan las editoriales, si han dejado su impresión dos personas... eso quiere decir que han leido mis garabatos unas..... a ver, me llevo 2 y la raiz cuadrada... le quito el algoritmo y lo elevo a la base exponencial del neperiano.... 2

joder!!

Cat dijo...

¿Y que esperabas si actualizas cada mes? Da gracias que de vez en cuando me acuerdo de que tienes blog xD